Primera línea

¿Dónde estabas ayer?
En el tugurio,
Entre latas y estiércol.
En la barriada, eludiendo el derrumbe.
Soportando las mordidas del hambre.
Ignorado,
invisible,
despreciado.
¿Dónde te encuentras hoy?
En la trinchera,
El bloqueo, la vía.
Hoy soy persona,
Ira, grito, rebeldía.
Soy escuchado.
Poderoso,
Temido.
¿Dónde estarás mañana?
Bajo tierra.
Músculos, sangre, huesos.
Nutriendo la cosecha del futuro.
Polen al viento,
Polvo de estrellas,
Vida.
Juan Ese
Bogotá, 1 de junio de 2021
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Misión: fin del capitalismo

Por: Cayapó
(14 de mayo de 2021, día 16 del Paro Nacional en Colombia)
Este 2021 cumplo 30 años, al igual que la constitución política de Colombia, y ver, vivir y estar en medio de la situación que estamos atravesando como país y como habitantes del planeta, no me hace especial, fue la historia que me tocó así como le tocó a mis padres pelear en medio de una cruenta guerra de narcotráfico, migrar a otros países para huir de la persecución política o pelearse en las calles el agua potable, la pavimentación de las vías y la construcción de escuelas y hospitales, cada una de esas garantías sociales que muchos tenemos, se ha conseguido en las calles, con jornadas de debate, de riesgo y hasta pérdidas humanas, las mismas que nos anteceden como generación.
Yo me animo a escribir este semi -ensayo, porque pertenezco a una generación de adultos jóvenes que nacimos con la constitución, donde se nos otorgó por los luchadores de entonces dizque garantías de participación, derechos fundamentales y la posibilidad de una democracia, después de un legado infructuoso, de violencia, frente nacional, dictadura, narcotráfico, guerrilla, y sin embargo hoy, cuando queremos disfrutar de esos beneficios: nos asesinan, nos masacran y nos arrojan al mundo sin oportunidades de estudio, empleo y mucho menos posibilidades de formar una familia saludable.
Soy una denominada “privilegiada” porque me eduqué hasta con maestría en la Universidad pública, la cual también me luché desde el 2011 en las calles contra la nefasta Ley 30; actualmente tengo un trabajo (pagado por horas) y he ido en dos ocasiones al exterior, puedo comprarme una entrada al cine y hasta extra de crispetas, pero esa vida no es privilegiada, es la vida que merecemos todos, es una vida que me heredó mi familia, que se ganaron, y esos sí a pulso, en el derecho a los privilegios de lo público, ya que dando crédito a las carreteras que labró mi abuelo en el ministerio de obras públicas, y a mi tía una vida dedicada al magisterio y a mi mamá trabajando de sol a sol gracias a ser tecnóloga casi profesional del SENA, (pero de ese de antes el que tenía presupuesto), donde se forman los que cuidamos este país y con el que hacemos mantenimiento a la industria que mueve la caldera de este puntico latinoamericano, yo creo que me merezco esa herencia, porque si los ricos heredan tierra y bancos, pues los trabajadores queremos heredar bienestar social y ambiental público, de todos y para todos.
Esa fue mi familia, y como yo habrá muchos, que somos conscientes de la desigualdad que nos acompaña al trabajo, en el bus, que nos toca la puerta, que pide ropa, comida y se sienta en los andenes a esperar la misericordia, nos duele y entonces nos estamos preguntado ¿por qué, tiene que ser así? ¿por qué no puede ser distinto? ¿por qué tiene que seguir siendo la misma sensación de perder la posibilidad de vivir bien? ¿por qué no pueden los demás acceder a los beneficios que heredamos? ¿por qué nos roban nuestro patrimonio? ¿por qué los niños nuestros, tienen que aguantar hambre? ¿por qué le roban la tierra los campesinos e indígenas? ¿por qué tenemos que esperar a morirnos para reclamar una pensión? ¿por qué tenemos que esperar una vacuna para no morir de COVID 19? ¿por qué no puedo pagarme una casa?¿por qué tenemos que viajar apeñuscados en el sistema de transporte? ¿por qué tengo que hacer fila para un examen médico? ¿Por qué?
Si a nosotros nos gusta vivir bien, comer bien, dormir bien, por eso nos toca pelearnos la herencia y por eso estamos en la calle, junto a los que nos siguen (la generación digital, de cristal, milenials…todo lo que quieran decirles) es que ellos no tendrían por qué estar disputándose la vida con los poderosos de este país por tener derecho a vivir bien, tendrían que estar creando, creciendo el patrimonio, poniendo las ciudades bonitas, sembrando más árboles, cuidando la naturaleza, preservando los ríos, generando energía limpia, cosechando la tierra, haciendo música, danza, literatura, cohetes y submarinos, todas esas deberían ser nuestras preocupaciones, pero no, nos tocó perder otra generación en medio de las balas y el odio para defender lo que es nuestro, y perderemos a algunos, con dolor, con el pecho fruncido, pero no a todos y nos organizaremos, nos tomaremos lo que nos pertenece y lo lucharemos hasta las últimas consecuencias, no va ser cuestión de semanas ni de meses, ni de un paro será de largo aliento, ya empezamos, y los ricos de este país y del mundo que nos arrebatan el futuro tendrán que buscarse un lugar donde meterse para quedar a salvo, porque lo que es, esta misión por la vida, la libertad y el fin del capitalismo no se va a detener.
Nota:
Soy profesora y me duele mucho temer que no regresen mis estudiantes y tener que decirles que por favor se cuiden de esta guerra.
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